Donde la ingeniería y la instalación no llegan, están los usuarios, el elemento que finalmente habita y le da vida a los centros de trabajo. Ellos también pueden ser agentes de ahorro en las oficinas y los lugares de trabajo.
Como especialistas en grandes instalaciones ayudamos a nuestros clientes en la industria y la edificación a conseguir ahorros energéticos con la propuesta de sistemas innovadores y diseños adaptados.
Pero finalmente son los usuarios los que disfrutan de estas instalaciones. Por ello, durante estos meses de frío, proponemos estas sencillas medidas para ahorrar energía en las oficinas y espacios de trabajo.
1. Conoce tu energía y tu consumo
Un estudio energético, serio y personalizado, puede ayudarnos a conocer cómo y qué consumimos. Sabiendo al detalle los usos, las principales fuentes de consumo y los procesos ineficientes podremos tomar medidas correctivas y elegir las mejores tarifas. Si la energía está descontrolada en la oficina este puede ser un buen primer paso.
2. La luz natural un gran aliado
Configura los espacios para aprovechar al máximo la luz natural. No sólo nos ayudará a consumir menos en iluminación, también nos dará un extra de calor que podremos aprovechar.
3. No pasarse con la calefacción
Lo ideal es que los espacios de trabajo estén a una temperatura de 20 grados. Debemos poder configurar los equipos para mantener nuestros espacios en este rango.
4. Cuidado con las pantallas
En las oficinas con muchos puestos informáticos, una parte considerable del consumo energético se concentra en las pantallas de los ordenadores. Podremos configurar estos equipos para que en espacios de inactividad, de al menos ocho minutos, se pase al modo ahorro.
5. Jubilar los equipos ineficientes
Los equipos obsoletos pueden penalizar mucho nuestro consumo energético. Las nuevas tecnologías con una mejor calificación energética pueden ayudarnos a reducir nuestra factura.
6. Pensar antes de imprimir
Limitar al máximo las impresiones en la oficina puede ser una fuente de ahorro importante. Trabajar en soportes digitales e imprimir lo imprescindible y siempre que se pueda en blanco y negro o modo ahorro, a dos caras y en papel reciclado.
7. Luchar contra el «consumo fantasma»
En períodos de ausencia, como noches o fines de semana, o en lugares poco utilizados a diario, debemos desenchufar los equipos y evitar así el consumo en stand by.
8. Conviértete en una empresa “eco”
Implanta en el centro de trabajo una concienciación y operativa de ahorro energético entre los miembros del equipos de trabajo. El correcto uso de las instalaciones y herramientas de trabajo, la educación energética de los empleados y tomar medidas innovadoras como el trabajo en la nube, las oficinas sin papel o el tele-trabajo son medidas que garantizan el ahorro.
9. Mantenerse activo
Sustituir el ascensor por la escalera, no mantenerse sentado durante grandes períodos de tiempo o distribuir nuestras actividades para alternar fases de reposo y fases activas, puede ser de gran ayuda para mejorar nuestro confort.
10. Dime qué llevas y te diré cuánto frío tienes
10. vestirse adecuadamente es también muy importante para nuestro confort. Utiliza varias capas finas de ropa en lugar de una muy gruesa y zapatos con suela gruesa para aislar los pies del frío.