Entramos en otoño y se acerca el temido invierno, meses en los que los gastos energéticos vuelven a dispararse. Más si cabe cuando todas las recomendaciones para prevenir la Covid-19 apuntan a una ventilación intensa en los espacios interiores. En tiempos de pandemia las autoridades instan a sacrificar los criterios de confort y ahorro en beneficio de una buena prevención frente al virus.
Ventilar y ventilar las viviendas
Aunque puede penalizarnos en materia de ahorro energético, una de las recomendaciones más repetidas por los expertos para la prevención de la Covid-19 es la de la necesidad de una ventilación correcta y constante de los espacios interiores.
Debemos ventilar, pero hacerlo de forma correcta puede ayudarnos a no disparar el consumo. Por ejemplo en viviendas, se recomienda ventilar como mínimo cinco minutos al día. Esta ventilación debe hacerse estancia por estancia y con la puerta cerrada para evitar los flujos de corriente en el hogar que puedan favorecer la diseminación del virus. También se debe hacer especial hincapié en aquellas estancias que estén ocupadas por personas diagnosticadas o con síntomas de Covid-19.
En oficinas y colegios
Las recomendaciones de los expertos para espacios más grandes y con mayor concentración de personas son también claras: ventilar siempre que se pueda. Para ello se debe buscar una renovación de aire constante en estos espacios para reducir las posibilidades de contagio.
En colegios y oficinas se debe optar por el aprovechamiento de la ventilación natural, por ejemplo puede realizarse la ventilación antes de entrar en la oficina, a mediodía o durante los momentos de descanso como pausa para el desayuno o recreo y en general siempre que se pueda.
Los sistemas de climatización que trabajen con recirculación deben pasar a funcionamiento con aire 100% exterior para garantizar al máximo la renovación de aire. En todo momento debe evitarse la recirculación del aire en las estancias interiores.
Otras medidas
Otras medidas de prevención que se destacan son la limitación de la ocupación de los espacios y redistribución de los puestos de trabajo para mantener la mayor distancia posible entre los ocupantes.
Al mismo tiempo, se debe incrementar la limpieza de las estancias, herramientas, mesas, sillas y puestos de trabajo.
Se debe prestar especial atención en los baños y aseos, garantizando su ventilación, incrementando su limpieza y realizando las descargas de los inodoros con la tapa cerrada.