Ya hemos dedicado otras entradas a las principales medidas para ahorrar energía en el hogar y en las oficinas, sin embargo actuando desde nuestra comunidad de vecinos podemos hacer que el impacto de las acciones sea de mayor calado y redunde en una eficiencia y un ahorro energético en todo el edificio.
El primer paso puede ser una auditoria energética del edificio, para conocer a fondo la factura eléctrica y los principales focos de consumo. Por ejemplo ajustando la potencia contratada a una inferior (si la misma está sobredimensionada) se pueden conseguir importantes ahorros. También es interesante estudiar la posibilidad de ajustarse a tarifas horarias según el tipo de consumo que tenga la comunidad.
Una vez identificadas las principales fuentes de consumo del edificio podremos realizar distintas acciones. Normalmente una de ellas es la iluminación de las zonas comunes. La primera acción podría ser la de instalar lámparas con tecnología LED, cuyo consumo es sensiblemente menor, y combinarlas con temporizadores o detectores de presencia para evitar que estén encendidas de forma innecesaria.
Otra de las reformas que se pueden acometer desde las comunidades de vecinos y que redundará en ahorros en calefacción y climatización de todos los inquilinos es la mejora del aislamiento exterior del edificio.
El uso de las energías renovables es uno de los pilares para hacer nuestros edificios y comunidades de vecinos más eficientes, y más si cabe, con el desarrollo del autoconsumo compartido en España que convertirá a comunidades de determinadas características en verdaderos productores de energía. Otra de las opciones es el uso de la energía solar térmica que nos ayuda a mantener la temperatura en los hogares y en la producción de agua caliente.
Por último, una actuación clave en comunidades de vecinos pasa por la sustitución de calderas de gasoil poco eficientes por equipos de última tecnología, por ejemplo calderas de condensación, de gas o bien que utilicen la biomasa como combustible. Este proceso puede suponer un ahorro de hasta un 40% en el consumo de energía. En el caso de instalaciones centralizadas, la instalación de contadores individuales de consumo también ayudará a conseguir los objetivos deseados al incentivar el ahorro energético de los usuarios.