Con la llegada de septiembre llega la vuelta al cole, al trabajo, y esto significa que nos vamos despidiendo del verano. El próximo 22 de septiembre se inicia oficialmente el otoño y es posible que tengamos que variar nuestros hábitos para ahorrar un poco de energía en nuestro hogar.
Si bien en verano o en invierno vemos los habituales picos de consumo en refrigeración y en calefacción, y por la tanto se pueden detectar oportunidades para el ahorro, las estaciones de entretiempo pueden ser también una ocasión para conseguir disminuir nuestro consumo energético.
Aprovecha al máximo la luz
Al igual que las plantas, que buscan hasta el último rayo de luz, en la temporada de otoño debemos aprovechar al máximo la luz natural en nuestros hogares. Si en verano debemos cerrar a cal y canto cortinas y persianas para evitar el calor, en otoño es el momento de abrir y descorrer esto elementos y permitir la entrada de calor y luz.
La temperatura suele moderarse en este periodo y comienza a llegar el frío. Sin embargo aún hay luz suficiente para calentar nuestros hogares y regular la temperatura. Esta luz natural también nos ayudará a ahorrar en la factura eléctrica al tener que encender menos nuestras bombillas.
Tiempo de equilibrio
Con la llegada del otoño la duración del día y de la noche se equiparan, por lo que es una estación entendida por muchas culturas como de equilibrio. Sobre todo en el sur venimos de altas temperaturas en las que los sistemas de climatización trabajan a máximo rendimiento.
Por esta razón, debemos adaptar los sistemas de climatización a unas temperaturas más templadas ajustando la intensidad de los mismos. Con esta sencilla medida mejoraremos el confort y podremos ahorrar un poco de energía.
Prepararse para el frío que viene
Esta época del año se revela como idónea para realizar pequeños mantenimientos en nuestros hogares. Arreglar o cambiar ventanas, sellar grietas o vigilar los cierres, y echar un vistazo a nuestros equipos de climatización y calefacción o equipos electrodomésticos en general.
La limpieza de los filtros del aire acondicionado, de la parte posterior de la nevera, la limpieza y puesta a punto de otros electrodomésticos permite ahorrar energía y prevenir desperfectos mayores.
Siempre es un buen momento para hacer un mantenimiento preventivo, pero el principio del otoño es una de los mejores instantes para hacerlo. Contacta con una empresa habilitada para supervisar el buen funcionamiento de tus equipos.
Cuidado con la irrupción de la secadora
En otoño llegan las primeras lluvias, días más húmedos en los que la ropa tarda más en secar. Es entonces cuando hace su aparición la secadora. Sin embargo, este electrodoméstico es uno de los que más consume en nuestro hogar. Por ello es una buena opción realizar la colada en los días más secos y que sea la brisa otoñal la que nos ahorre este gasto energético.
El termostato es la ropa
La ropa puede ser un gran aliado a la hora de reducir energía. No sólo tus prendas, también las de tu hogar. Es hora de tirar de armario y comenzar a utilizar alfombras, tapices, mantitas para el sofá, todas esas prendas que nos sobraban a finales de la primavera y que nos ayudarán a mejorar nuestro confort en los días más fríos.
También podemos ir compensando los cambios de temperatura con el uso de ropa adecuada para cada momento, vistiendo por capas y utilizando pañuelos o chaquetas en aquellos momentos en los que desciende la temperatura.